sábado, 24 de diciembre de 2005

Verde

14:00,la clase acabó al fin, la universidad se hace larga a veces, sobretodo un viernes, y es que cuando llevas un tiempo sin motivación y lo único que te hace levantarte antes de que salga el sol para ir al campus, es la esperanza de irte algun día de Erasmus, pues puede llegar a ser algo realmente duro.
La tarde pasa y piensas que esta noche no saldrás, los creditos te tienen cogido por los huevos y mas vale aprobar de primeras en la convocatoria de febrero.
- ¿Qué haré esta noche para cenar?-, más bien da un poco igual, porque me estan llamando y ya me las veo venir. -Tio, que hemos quedado para cenar de barato y echar unas birrillas, ¿te apuntas?- Mmmmm, claro que si.

¿Qué me pasa?, lo notais vosotros también,jajaja, si, las endorfinas y la adrenalina hacen su trabajo, simplemente las expectativas de la noche hacen que el cuerpo responda asi, es como cuando te preguntan si has pensado en hacer puenting o tirarte de un avión,y notas ese pequeño subidon interior, el cuerpo se prepara para la acción aunque sólo se trata de una situación imaginaria que hay dentro de tu cabeza. En fin el cuerpo te pide juerga.

La hora de la quedada se acerca, ya es de noche y en las calles del barrio te cruzas con poca gente, los hombros apretados, el cuello encogido, el cierzo esta noche sopla helador, y todos comentan que ha llegado el invierno.
Volando a dos ruedas el aire da colores y salud, las luces tienen un brillo especial, trazas rojas en un sentido y blancas en el otro, cuando no una azul del xenon.